Seamos sinceros, las videollamadas son agotadoras.
Pero hay algunas cosas que puedes hacer para conservar tu tiempo y energía.
Empieza por evitar la multitarea.
Puede ser tentador intentar hacer otro trabajo mientras estás escuchando, pero cambiar de una tarea a otra puede costarte mucha de tu productividad.
A continuación, reduce las distracciones.
Cierra las pestañas del navegador, guarda el teléfono y mantente presente.
Puedes hacer pequeñas pausas durante las llamadas más largas minimizando el vídeo, o simplemente apartar la vista de tu PC de vez en cuando.
También puedes dar un paso atrás y preguntarte si necesitas una reunión en video.
Revisa tu calendario para ver si hay alguna conversación que puedas tener con Slack, Teams, WhatsApp o con el correo electrónico.
Y, por último, no te sientas obligado a hacer de cada conversación una videollamada.
Especialmente cuando estás hablando con personas fuera de tu organización, una llamada telefónica probablemente sea suficiente.
Tomar estas medidas puede parecer difícil al principio, pero te ayudarán a evitar que te sientas agotado al final de otro día de trabajo.
Y esto ¿qué tiene que ver con seguridad?
Pues el agotamiento trae la posibilidad que seamos más propensos a cometer errores en nuestro día a día.
| En mi vida he cometido muchos a raíz de ello…
¿Cómo evitas la fatiga por las videollamadas?
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