En el día a día de muchos equipos técnicos, ocurre algo que ya es casi un ritual: alguien pide acceso a un recurso en Azure y la respuesta automática es… “Dale Owner”. O Contributor si queremos ser “prudentes”. ¿Te suena?
He visto esto más veces de las que me gustaría admitir. En muchos de los proyectos que he liderado, especialmente en escenarios de transformación o migración a la nube, los permisos se otorgan por conveniencia y no por necesidad real. “Lo necesito urgente”, “es solo para hacer unas pruebas”, o mi favorita: “igual es ambiente de desarrollo”.
Lo que comienza como una pequeña concesión, termina siendo una bomba de tiempo.
El peligro invisible: sobrepermisos en Azure
Los atacantes lo saben. No necesitan explotar una vulnerabilidad tipo 0-day si pueden encontrar una cuenta con permisos de Owner sin MFA. O un Service Principal con acceso a toda una suscripción.
Y aquí viene el detalle importante: no se trata solo de tener roles asignados, sino del contexto en el que esos roles operan. ¿Sabías que un Contributor en una suscripción completa puede habilitar una VM, montar un keylogger y filtrar datos en minutos? Todo esto sin levantar alertas… si no tienes un monitoreo adecuado.
¿Qué podemos hacer?
Desde mi experiencia como consultor y MVP en Cloud Security, estas son algunas prácticas que deberían estar en la checklist de cualquier líder de seguridad:
🔐 Usa PIM (Privileged Identity Management)
Activa acceso bajo demanda con expiración automática. Nada de permisos “eternos”.
🎯 Aplica el principio de menor privilegio usando Azure RBAC con precisión
Y si no hay un rol que se ajuste: crea uno personalizado. No es tan complicado como parece.
🧠 Audita roles con Microsoft Defender for Cloud
El módulo de Defender CSPM identifica recursos con sobreexposición y te sugiere recomendaciones priorizadas.
📏 Aplica Azure Policy para prevenir errores humanos
¿Alguien quiere crear un recurso sin etiquetas o fuera del grupo de seguridad? Policy lo detiene antes de que pase.
🔍 Revisa y ajusta los roles asignados regularmente
Las auditorías mensuales no son una exageración, son una necesidad.
CONCLUSIÓN
La nube no perdona descuidos. Y en un mundo donde los ataques se automatizan y los errores humanos siguen siendo la causa número uno de brechas de seguridad, dejar la puerta abierta por “conveniencia operativa” ya no es aceptable.
La gestión de permisos en Azure no es solo una tarea técnica, es una decisión estratégica de seguridad. Implementar controles como PIM, Azure Policy y Defender for Cloud no es opcional: es lo mínimo esperado en un entorno empresarial moderno.
No se trata de decirle “no” a tu equipo, sino de decirle “sí, pero con control”.
El verdadero rol del liderazgo en seguridad no es bloquear, es habilitar… pero con criterio.
¿Te has enfrentado a estos dilemas en tu organización? ¿Cómo manejas hoy los accesos privilegiados? Me encantaría conocer tu perspectiva.
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Gracias por leerme y hasta la próxima.